Una gota siempre necesitará mar en el que vivir.
Una hoja necesita al árbol en el que apoyarse y mecerse.
Las nubes necesitan un cielo por el que viajar y el sol fuego en el que yacer. Al igual que su luz siempre tendrá algo que alumbrar. La sangre necesita una herida de la que brotar así como la herida necesita una piel en la que dejar marca.
Diez días me han bastado, querida Irene, para conocerte. En diez días has conseguido dejar una huella en alguna parte, haciéndonos amigas. Yo te necesito y por mucho tiempo que pase o por muy lejos que estés de mi, siempre te necesitaré.
Te quiero amiga,
Nos vemos por el mundo
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