¿Nunca has sentido esa sensación de que todo te queda grande, de que el polvo y los escombros de las casas que caen cual tormenta de verano amenazan con aplastarte bajo un manto de piedra?
Es una sensación que genera pesadez en el cuerpo, que quema por ahí dentro y que atrae hacia el suelo. Que parece que los huesos estén hechos de plomo y que cada milímetro cubico de sangre lleve 50.000 problemas a cuestas navegando en las venas.
Cansado de caminar, de olvidar, de recordar con cualquier detalle,cansado de tener problemas, de no dar con la solución, de oír la misma respuesta, cansado de ser...
En fin, supongo que hoy no he tenido un buen día y como bien dice mi sabia abuela mañana saldrá de nuevo el sol y no hay que preocuparse, porque todos los días son diferentes.
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