lunes, 9 de abril de 2012
Escapada Azul
Un día te hice una promesa que tengo pendiente cumplir. Me dijiste que te llevase a pasear en un gran barco. Nuestra imaginación exigía un barco de grandes ventanales y dueño de una extensa cubierta en la que podamos tumbarnos sobre una madera áspera y quemada por tantas horas de sol para poder contemplar el intenso cielo azul con miles de estrellas centelleando sobre el. Un barco donde asomarnos al mar solo sea el desayuno. Ver ese extenso velo de agua a cientos de kilómetros y sentir como el viento húmedo en la cara moja poro a poro de tu piel. Dar a la lengua un paseo por los labios y disfrutar el sabor salado del mar. Sentirnos como dos extraños en un pais extranjero. Surcar el mar y todos los secretos de sus profundidades. Rozar las nubes en una tarde nublada. Ver el reflejo de la luna en tus ojos, meciendo la noche en su claridad ficticia. Navegar a la deriva y perderme contigo en un intenso azul.
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